miércoles, 23 de abril de 2008

"La avenida de la mujer imaginaria"


Hace tiempo iba en mi coche, eran las siete de la mañana, amanecía, pero aún era de noche y circulaba por una gran avenida por la que suelo pasar, para ir a trabajar como cada mañana, cuando me sorprendí pensando, en lo afortunada que era…

La avenida estaba toda iluminada, cada catorce metros, en sus aceras tenía una farola y entre ellas naranjos, que cuando es primavera inunda el aire con el maravilloso aroma del azahar, el firme en perfecto estado, sin baches, bien señalizado… y entonces mi mente se traslado a otros tiempos, muchos… muchos años atrás. Imaginé una mujer, a las siete de la mañana, en plena oscuridad, subida en un carro tirado por un mulo, a través de un camino maltrecho de tierra en medio del campo, sola… pasando frío, rezándole a Dios porque no le atacase nada, ni nadie y que las ruedas del carro siguiesen su camino sin ningún tropiezo, todo para ir a ganar el pan de los suyos. Da miedo ¿verdad? ¿Cuántos de nosotros se atrevería a hacerlo en tales condiciones? Y sin embargo aún existen mujeres y hombres, que lo hacen en esa y en peores circunstancias.

Cuando volví a la realidad, en mi coche, con la calefacción encendida, resguardada del frío y de los días de lluvia, me sentí como una princesa en un cuento de hadas, (que es como esa señora producto de mi imaginación, se hubiese sentido de haberse trasladado al tiempo actual, tan solo con su imaginación).Que lujo poder viajar así, como lo hacemos nosotros…

Desde entonces cuando paso por esa avenida, disfruto de ese momento... de ese camino bordeado de árboles, todo iluminado... sintiéndome como esa mujer imaginaria, que se traslada por un momento a nuestro tiempo, para disfrutar del camino que la lleva al trabajo.

2 comentarios:

josé javier dijo...

la imaginación es un gran tesoro. ¡Cultivala! E imagina tantas mujeres y hombres que andaron por nuestra amada Sevilla. J.J.

Jose Carlos dijo...

No se si me queda claro cual es el sentido del texto.
Creo que la imaginación es un arma de doble filo, por un lado tiende a que idolatremos situaciones que no se han producido y, por otro lado, es el motor de nuestras vidas.
La imaginación para inventar el futuro me parece imprescindible, la imaginación para suponer el pasado nos puede llevar al mas absoluto de los errores.
Creo que esa mujer en su carro demostraba dia a dia el valor y la determinación por salir adelante y sacar adelante a los suyos, y creo que en "eso" se parecen las dos mujeres.
Alguien dentro de doscientos años pensará que estaba loca por conducir a esas horas en un trasto en el que morian miles de personas al año y, sin embargo, la mujer de hoy se siente una princesa.
Perdon se soy muy critico, solamente es que me gusta el debate.
Un beso y ¡¡enhorabuena otra vez!!