viernes, 22 de enero de 2010

"Aram y el Ojepse"



Aram es una joven estudiante de la tribu de los Sonamuh. Desde hace tiempo, cada vez que mira a través del Ojepse o ventana mágica que hay en su cuarto, le asaltan algunas preguntas ante las que no encuentra respuesta alguna.
Al salir de clase, se dirigió al Templo de los Sesoid, para hablar de estos interrogantes con el Ejnom Solrac, al que conocía desde pequeña y al que cariñosamente llamaba Erdap.
- Saludos, Ejnom Solrac.
- Saludos, Aram. Pasa y siéntate–, le dijo inclinando hacia delante la cabeza, con la palma de su mano le indicó unos cojines que se hallaban en el suelo invitándola a sentarse - Cuéntame, ¿qué te trae por aquí?
Aram se acomodo en un cojín con bordados dorados, arrodillándose relajadamente con la espalda erguida. Sus manos una sobre la otra formando un doble cuenco hacia arriba, se posaban delicadamente sobre sus piernas.
- Erdap, tengo un problema con el Ojepse de mi cuarto, cada vez que miro en el, me encuentro con un ser que conoce muy bien mis sentimientos.
- Y ¿como te lo demuestra Aram?
- Pues…si mis ojos están alegres, los suyos lo están, si los míos están tristes, su mirada refleja mi tristeza. Si lloro, ese ser también lo hace. Cuando río, bailo o canto, siempre está ahí acompañándome. Pero aún sabiendo que comprende mis sentimientos, presiento que se encuentra atrapado en un mundo del que quisiera salir.
-Verás Aram – tras un corto silencio continuo Erdap- lo que ves en tu Ojepse, no es sino el reflejo de tu alma, eres tu. Lo mismo que tu alma te conoce a ti, debes aprender a conocerla a ella y cuando lo consigas, ya nunca más se sentirá atrapada, será libre. Eso si, cuando eso suceda jamás la verás a través de tu Ojepse, porque estará dentro de ti y a la vez tú serás el reflejo de ella. ¿Has entendido?
-Si, Erdap. Gracias- contesto levantándose.
-Ahora Aram, ve en Paz.
Ambos se despidieron con una inclinación de cabeza.
Al salir del Templo de los Sesoid, la joven sabía que el camino que recorrer sería largo, pero el esfuerzo merecería la pena. Al final del trayecto le aguardaba el reencuentro consigo misma.
Aram es Mara
Sonamuh , Humanos
Ojepse, Espejo
Sesoid, Dioses
Ejnom Solrac, Monje Carlos
Erdap, Padre

3 comentarios:

Anónimo dijo...

SE DE DONDE ES ESA FOTO, ES DE UN LUGAR MUY ESPECIAL PARA MI.

Jose Carlos dijo...

Después de ver "Avatar" los nombres que utilizas tienen mas sentido entre nosotros los Sonamuh, pero me gustaría que el contenido tuviera mas fuerza.
Esta bien el juego de palabras para introducir la idea del alma-espejo pero la conversación queda un poco insustancial ante la obviedad de la respuesta por parte del monje. Si Ojepse es mágico...por que no nos cuenta el mundo al otro lado del mismo...y comprometemos un poco al monje.
Me encantaría leer algo más propio de ti.
Por otra parte, la forma en que esta escrito me incita a seguir leyendo...seguro que el proximo saldrá mucho mejor. Animo y un beso.
P.D.: La foto de Santa Maria de Huertas te queda bonita...aunque yo hubiera elegido la de un cuento muy famoso.

efi dijo...

Oye la voz que susurra tu alma, deja que te mezca con su canto suave y tierno, invítala al disfrute de tu vida, pero despierta, despierta... si ella te lo pide!!